EDUCACIÒN Y POBREZA:LA RELACIÒN
La educación es un asunto de todos, la preocupación por el desarrollo del país es colectiva, por eso debemos aportar a la educación. Que no se corra el peligro de quedarse sin una buena formación en un país donde la pobreza material conlleva a la pobreza de espíritu de la cual surgen los problemas que tenemos actualmente en nuestra sociedad.
martes, 12 de octubre de 2010
viernes, 1 de octubre de 2010
miércoles, 29 de septiembre de 2010
LO DISTINTO
TENER UNA IDENTIDAD ES SER DIFERENTE A LOS DEMÀS. SIN EMBARGO, POR PRESIÒN SOCIAL, LAS PERSONAS TIENDEN A UNIFORMARSE Y A RECHAZAR A AQUELLAS QUE SE APARTAN DE CIERTAS FORMAS O NORMAS. ¿SE PUEDE SER DIFERENTE? ¿QUÈ ES MÀS FUERTE, LA APROBACIÒN O EL RECHAZO? VEAMOS QUÈ LE PASÒ AL PROTAGONISTA DE ESTE RELATO:
Era azul-celeste y estaba en una cocina de azulejos turquesas.
Claro, se destacaba entre todos.
Era distinto.
Cualquiera que entraba en la cocina, lo primero que miraba era ese azulejo azul-celeste, diferente a las decenas de azulejos que estaban hombro a hombro, en las paredes.
Todos eran de color turquesa.
El era azul-celeste.
Desde que lo colocaron en esa pared vio que era distinto a los otros.
Ni màs lindo ni màs feo.
Distinto.
Cuando se dio cuenta de que todos lo miraban supo que tenìa dos caminos:
o ser tìmido y avergonzarse de ser diferente o sentirse orgulloso por ser ùnico en el muro de la cocina.
Algunos dìas deseaba que lo sacaran de allì y lo llevaran a una pared con todos los azulejos
azul-celestes.
Allì nadie lo notarìa y serìa igual a los demàs.
Otros dìas estaba contento de no ser uno màs del grupo y sì el ùnico de ese color.
Y en eso vivìa: entre tìmido y orgulloso.
Entre orgulloso y tìmido.
No es fàcil la vida de un azulejo azul-celeste en una cocina turquesa.
Era azul-celeste y estaba en una cocina de azulejos turquesas.
Claro, se destacaba entre todos.
Era distinto.
Cualquiera que entraba en la cocina, lo primero que miraba era ese azulejo azul-celeste, diferente a las decenas de azulejos que estaban hombro a hombro, en las paredes.
Todos eran de color turquesa.
El era azul-celeste.
Desde que lo colocaron en esa pared vio que era distinto a los otros.
Ni màs lindo ni màs feo.
Distinto.
Cuando se dio cuenta de que todos lo miraban supo que tenìa dos caminos:
o ser tìmido y avergonzarse de ser diferente o sentirse orgulloso por ser ùnico en el muro de la cocina.
Algunos dìas deseaba que lo sacaran de allì y lo llevaran a una pared con todos los azulejos
azul-celestes.
Allì nadie lo notarìa y serìa igual a los demàs.
Otros dìas estaba contento de no ser uno màs del grupo y sì el ùnico de ese color.
Y en eso vivìa: entre tìmido y orgulloso.
Entre orgulloso y tìmido.
No es fàcil la vida de un azulejo azul-celeste en una cocina turquesa.
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